“‘La literatura es una forma elegante del rencor’, escribe Negroni, pero El corazón del daño no es un ajuste de cuentas excepto en lo que hace al enjuiciamiento de un vínculo extrañado. La madre fue, escribe Negroni, ‘la peor de las mejores cosas que me sucedieron’; por lo mismo, también se podría decir que fue la mejor de las peores cosas que le pasaron. El caballo de carreras que tenía su padre se llamaba ‘Yugo’, y bajo el de su madre –y contra él– Negroni se convirtió en una escritora de excepción, la autora de una obra extensa que no es tanto leída como habitada, alguien que en El corazón del daño se vale también de las voces de otros –Djuna Barnes, Juan Gelman, Clarice Lispector, Edmond Jabès, Virginia Woolf, Hélène Cixous…– para tratar de entender el vínculo entre la literatura y la vida, para comprender de qué modo la madre es, también, entre tantas otras cosas, ‘una máquina de producir orígenes’.” [Sigue leyendo]

La Vanguardia (Barcelona), febrero de 2023.