No creo que se pueda nunca decir lo suficiente acerca de lo importante que es aprender lenguas extranjeras. Mi experiencia con ellas es tardía, pero intensa y definitiva: como escritor traducido, pero también, y sobre todo como lector, es tanto lo que aprendí gracias al acceso a ellas que me resulta difícil imaginar qué hubiera sido de mí y de mi trabajo sin él. Quizás ni siquiera hubiese comenzado a escribir.

La comprensión del otro sólo es posible a través de las lenguas extranjeras, como sabemos. En un momento en que el mundo parece haberse encogido, dada la naturaleza de los problemas que enfrentamos, comprender al otro es de extraordinaria importancia para poder actuar con él y no contra él. La adquisición de lenguas extranjeras no sólo supone, en ese sentido, una ventaja competitiva en un mercado laboral cada vez más estrecho, sino también, y sobre todo, una apuesta decidida por la cooperación y el diálogo en un mundo en el que ya no es posible ni deseable seguir pensando en términos nacionales.

Es en esos términos en los que piensan, sin embargo, los gobiernos totalitarios, cuya existencia está siempre supeditada a que los ciudadanos permanezcan en la ignorancia acerca de causas y efectos. Poder leer al menos una lengua extranjera es una manera de ser menos manipulable, de poder contrastar la información obtenida a través de la prensa con la que puede obtenerse en otros países: es, en sustancia, tener la oportunidad de tomar decisiones racionales en base a la mayor cantidad de información disponible. Ésa y no otra es la razón por la que los regímenes totalitarios y dictatoriales se esfuerzan mucho por no hacerla posible. Por mi parte, imagino que el gobierno de la Comunidad de Madrid no deseará que se lo compare con ese tipo de regímenes y que, por consiguiente, revertirá el decreto que reduce el estudio de la segunda lengua extranjera a una cantidad prácticamente insignificante de horas. No es sólo el futuro de Europa el que está en juego en esa decisión, sino también, la calidad de nuestras instituciones democráticas y el futuro de nuestro país.