3 de septiembre, jueves

Alguien me envía imágenes del humorista Alfredo Casero. “La historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa”, etcétera. Pero el mérito de Casero es su inversión del orden de la frase: primero vino la farsa y después la tragedia. Y la tragedia añadida, aunque menor, es que a mí me hace reír Casero y todavía pienso que su primer disco es magnífico. Pero quizás hubiese en todo ello el germen del desprecio al otro que es inherente a sus actitudes políticas en la actualidad y que todos creímos que era exageración humorística, yo en primer lugar.

4 de septiembre, viernes

“Se me ocurren ideas para cuentos, tengo unas ganas incontenibles de revisar poemas recientes y de enviarlos sin más; de pronto, en un arrebato de clarividencia, decidí que tenía que casarme con el otro hermano, y me he pasado un buen rato sopesando los pros y los contras de uno y otro. He cogido una revista, me he puesto a leer un cuento, lo he devorado y luego he salido a tomar el fresco sintiéndome un poco mal y muy culpable porque al darme cuenta de los veinte minutos preciosos que había perdido he sentido un placer casi perverso.” (Sylvia Plath, 1951)

5 de septiembre, sábado

No hay comillas inocentes, tampoco aquí: hoy es día de “prensa” “cultural” y “crítica” “literaria” en casi todos los periódicos. ¿Qué estamos haciendo con una profesión que alguna vez fue respetable? [Sigue leyendo]

La Agenda (Buenos Aires), 17 de septiembre de 2020.