“‘Soy maestro de lengua y literatura rusas, soltero y sin hijos. He vivido durante toda mi vida […] en nuestra ciudad, que es un hermoso lugar dotado de la triste belleza de la Rusia central y, si no nos fijamos en lo que ha hecho el hombre, un lugar muy hermoso. Aquí, al parecer, viviré para siempre: aquí he nacido y aquí moriré. Antes, durante mi juventud, esta idea me deprimía; ahora no’, escribe uno de los personajes del libro: procuró ser justo, y al intentarlo posiblemente haya ocasionado la muerte de una joven, pero el autor no lo juzga: como Grace Paley, como Alice Munro y Lorrie Moore, Ósipov parece haber adoptado de Chéjov la idea de que el juicio moral es inútil, así como la certeza de que, cualesquiera que sean las acciones de los personajes, éstas están presididas por razones y circunstancias que sólo pueden inspirarnos compasión.” [Sigue leyendo]

Babelia/El País, febrero de 2022.