“Un diario —todos los diarios— es iteración, repetición y algo de diferencia: se escribe porque se piensa que hay algo que merece ser fijado, impresiones y sucesos que hacen que un día en particular nos parezca distinto a los que lo han precedido; y sin embargo, cuanto más se escribe, más se aprecia la similitud que los días guardan entre sí: sus conexiones, que dibujan una figura en el tapiz. Uno podría escoger un día cualquiera y tirar simplemente del hilo; encontraría similitudes relacionadas con el tiempo meteorológico, los aniversarios y las prácticas sociales, pero también, dada la suficiente cantidad de tiempo y de registros, descubriría —quizás— que hay un día del año en que uno es más él mismo que en todos los otros: sólo es necesario saber qué día es ése. Por alguna razón, el 10 de octubre no es el que más se repite en esta edición de los diarios de Highsmith, pero todo lo que importa saber de acerca de su autora parece estar en él: sus enamoramientos, un sentido del humor algo heterodoxo, las conversaciones telefónicas, cierta insatisfacción ante las ideas propias y las de los demás, los asuntos de dinero, la escritura. Uno puede leer las más de mil páginas de estos diarios o puede leer en diagonal, puede abandonarse al azar o puede concebir juegos más controlados: por ejemplo, leer un día como si fuera todos los días de una vida.” [Sigue leyendo]

La Agenda de Buenos Aires, octubre de 2022.