Siguiendo un poco la línea de la pregunta anterior, ¿cómo es la relación que mantiene tu escritura con la ciudad en la que vivís o transitás? Si es que tal relación, para vos, existe.

Viví en varias ciudades de tres o cuatro países distintos y hace veintidós años que me fui de mi país de origen, de modo que, para mí, decir a qué pertenecen mis libros y dónde y para quiénes fueron escritos es un ejercicio un poco fútil. Me gustan cierta transparencia que tienen las buenas traducciones y la extraterritorialidad con la que algunos textos desafían a los nacionalistas y a los que piensan en la literatura como en el fútbol, una cosa de “nosotros contra ellos” en la que está en juego el “orgullo nacional”. Madrid, la ciudad donde vivo en este momento, puede haber inspirado un texto u otro, como en su momento los inspiraron Rosario o algunas ciudades alemanas como Göttingen; pero nunca de manera muy explícita ni mimética. Fogwill me dijo en una ocasión que con la literatura no se hace turismo, y creo que tenía toda o casi toda la razón. [Sigue leyendo]

El Cocodrilo (Argentina), junio de 2022.