“19 de septiembre: ‘Roma es un caso único, anómalo’, dijo en 1983 Giulio Carlo Argan. ‘La capital del pequeño Estado de la Iglesia devino improvisadamente la capital del Estado italiano, laico y liberal, y vio su población aumentar de modo vertiginoso hasta alcanzar las dimensiones de una ciudad industrial en menos de un siglo. Pero Roma no es una ciudad industrial: produce poco y consume mucho. Es el centro del mundo católico, pero no es una ciudad religiosa. Es la capital de un país democrático y la anima una intensa vida política, pero no es una ciudad muy politizada. Es la ciudad del mundo más rica en tradiciones y valores culturales, pero su nivel cultural sigue siendo mediocre’. Argan debía saber de lo que hablaba: fue el primer sindaco no democristiano que tuvo la ciudad desde el comienzo de la posguerra italiana.” [Sigue leyendo]

La Agenda de Buenos Aires, septiembre de 2021.