“Una vez más, la literatura ya estuvo allí, y el trastorno que preside las vidas de sus personajes es el de quien ha contemplado tantas tragedias que cree haber perdido su lugar en el mundo. Huir, escapar, no resignarse son ‘modos de atravesar lo abrumador’, como escribió Lauren Berlant en El optimismo cruel: interrumpen aunque sea provisionalmente una existencia en la que, como sostiene la estadounidense, lo que deseamos –‘la comida, una forma de amor, una fantasía de la buena vida o un proyecto político’– impide la satisfacción del deseo que promete saciar, aunque sólo a condición de que quien huye se escinda –vivo para sí mismo, muerto para los demás, quien escapa vive el tipo de situación ‘inimaginable’ que la literatura lleva imaginando siglos– y enmudezca.” [Sigue leyendo]

CTXT (España), octubre de 2023.