“Alain Minc remonta la aparición del intelectual moderno al siglo XVIII, cuando éste habría escapado a ‘la influencia de la realeza y a la omnipresencia religiosa’ para adoptar ‘una posición para enfrentarse al poder [que] define su identidad tanto como su trabajo de creación’. En Una historia política de los intelectuales (Duomo, 2012), Minc persigue esa (esquiva) figura desde el salón de Claudine Guérin de Tencin hasta el ámbito de las redes sociales y el surgimiento de lo que llama ‘el e-intelectual’, pero su recorrido (ejemplar como es, en cierto modo) soslaya la transformación a lo largo del tiempo de los términos más salientes de su definición: poder, identidad, creación, posición, trabajo.

“¿Qué es un intelectual, de todas maneras? Para Edgar Wallace se trata de alguien que ‘ha encontrado algo en lo que pensar, además de en las mujeres’, pero (a excepción de Bertrand Russell) nadie piensa mucho en ellas en la única novela escrita hasta la fecha por el excepcional ensayista británico Terry Eagleton.” [Sigue leyendo]

Babelia/El País, julio de 2019.