“Winterson (Mánchester, 1959) lleva décadas escribiendo acerca de cómo se inscriben en ese cuerpo la educación, la economía, la clase, la religión, el deseo, las ideas de género y las novedades tecnológicas —Frankissstein: una historia de amor (2019), su reescritura del clásico de Mary Shelley, es prueba de ello, pero también lo son Espejismos (1989) y Escrito en el cuerpo (1992), entre otras de sus obras—, y no es sorprendente que los mejores pasajes de 12 bytes. Cómo vivir y amar en el futuro aborden esta cuestión, la de un futuro ‘transhumano’ o incluso ‘poshumano’ en el que “las mujeres y los hombres no estén sujetos a preconcepciones ni estereotipos basados en el sexo biológico ni en el lugar fortuito de nacimiento”. Para la autora, ‘no hay por qué temer la tecnología’, pero su libro también puede ser leído como un aviso de que sí deberíamos hacerlo, ya que, por una parte —y como muestra en los capítulos que dedica a la revolución industrial, al inicio de lo que llama ‘la Era de la Máquina’—, la experiencia nos indica que la riqueza que ésta produce no se derrama en la misma medida sobre todos los miembros de la sociedad, sino que contribuye a la concentración de la riqueza y a la privatización de los recursos compartidos, incluso del tiempo; y, por otra parte, porque en la tecnología también están inscritos los condicionantes ya mencionados que operan sobre los cuerpos. ‘El planeta está en peligro, y los humanos lucharán contra otros humanos por los últimos recursos disponibles’, nos recuerda Winterson […]” [Sigue leyendo]

Babelia/El País, agosto de 2022.