“‘Yo suelo decir que leer cuentos es como visitar un lugar. Leer novelas, en cambio, es habitarlo’, afirma uno de los personajes del nuevo libro de Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964). Una presencia ideal no es ninguna de las dos cosas, sin embargo: su referente más directo es el libro de relatos de William March Compañía K (1933; hay edición española de 2012, en Libros del Silencio), en el que March atribuía a un puñado de personajes imaginarios sus experiencias (reales) como soldado durante la Primera Guerra Mundial, ficcionalizándolas y tomando distancia de ellas, pero, al mismo tiempo, volviéndolas colectivas, universales, más próximas para su lector. Una presencia ideal tiene un propósito parecido y es también una obra polifónica; en ella resuenan los monólogos de los integrantes de la Compañía K, sí, pero también los epitafios de la Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, y las voces de La cruzada de los niños, de Marcel Schwob: como en todas estas obras, en Una presencia ideal el detalle y la anécdota significativos permiten vislumbrar vidas completas y ejemplares en su (sólo aparente) banalidad”. [Sigue leyendo]

Babelia/El País, 31 de octubre de 2020.