-“Narrar es tomar decisiones”, escribía Piglia en sus diarios y tú lo recuerdas en el libro. ¿Qué tipo de decisiones se toman en los relatos cortos en los que se juega a una tensión muy diferente a la de las novelas?

-La principal es, siempre, cómo narrar un mundo en pocas páginas; qué mostrar, qué ocultar y, sobre todo, qué decir que no haya sido dicho ya, a veces por escritores mucho mejores. No es una cuestión de economía narrativa: a cambio de la pérdida de consistencia en el tránsito de la novela al cuento, lo que se gana es una amplitud enorme. Y en ese sentido me atrevería a decir que el relato breve es una forma mucho más libre que la novela; al menos en mi práctica. Muy posiblemente, en el relato breve me lo permita todo, algo que no me parece posible en las novelas. [Sigue leyendo]

Valencia Plaza (España), mayo de 2021.