¿De qué modo te afecta creativamente el confinamiento?

 

Sigo escribiendo y trabajando, aunque los días pasan demasiado rápido para mi gusto. De pronto, casi todas las cosas que me interesaban hasta hace un par de meses parecen superfluas, y la vida que llevaba, irrepetible. Quizás esto sea lo más interesante de mi experiencia de la cuarentena , que me ha llevado a indagar en cosas distintas y a hacer cosas diferentes, lo cual supone una inyección extraordinaria de entusiasmo y de actividad. De manera más general, la situación me ha hecho pensar en la demanda de visibilidad y de accesibilidad absolutas que pesa sobre quienes escribimos, y me ha hecho sentir unos enormes deseos de no cumplir con esa demanda. En un momento en que todos parecen dispuestos a hacer lo que sea para sentir que siguen teniendo una audiencia, que forman parte de una comunidad o lo que sea, estoy disfrutando del privilegio de «no estar», y esperando el momento en que, si esa comunidad realmente existe, reclame su derecho a volver a leer libros, escuchar conciertos, ver teatro, ir al cine, visitar librerías. Todas esas cosas para las que ahora se ofrecen unos sucedáneos digitales que me parecen insatisfactorios y dañinos. [Sigue leyendo]

 

La Nación/Ideas. Buenos Aires, mayo de 2020.