“En los últimos meses, varios libros han abordado en América Latina la cuestión de nuestro vínculo con los animales, al tiempo que indagaban en ella exhibiciones artísticas en Liverpool y Nueva York y autores como Richard David Precht, Frans de Waal, Charles Foster y Anne Simon. Está de perros, del guatemalteco Francisco Alejandro Méndez (1964), se subtitula ‘Un caso peludo para el comisario Wenceslao Pérez Chanán’ y repite protagonista de otros libros de su autor como Juego de muñecas y Si Dios me quita la vida; a Pérez Chanán le gustan las canciones del gran cantante puertorriqueño Héctor Lavoe y el tequila Predilecto, y quizás sea el primer maya quiché del género negro. Ningún caso policiaco está por completo aislado del flujo de los acontecimientos ni constituye, en el fondo, una excepción a la regla, y esto (además de los perros) es lo que vincula la novela de Méndez con libros recientes como Dame pan y llámame perro, de Nicolás Poblete (Santiago de Chile, 1971), en el que una joven muere despedazada por una jauría en una cueva al suroeste de la capital: el caso es real y, en palabras de los editores, permite a Poblete “introducirnos en las múltiples caras de la perversidad normalizada, los acomodos de la moral, los prejuicios [y] la pobreza” como lo hacía, unos años antes, Quiltras (2016), de Arelis Uribe.” [Sigue leyendo]

Babelia/El País, octubre de 2021.