“Descubrir el funcionamiento de la novela podría restar el disfrute del lector. Por ello será mejor solo apuntar que hay diferentes momentos y épocas en los que se desarrolla la acción, y que todos contribuyen al conjunto a través de diversas formas de narrar que incluyen la falsa entrevista y, por qué no, el apéndice onomástico. A lo Borges, a lo Bolaño, en “Algunas personas mencionadas en estos libros” Pron arma un breve diccionario de apócrifos, tanto más sugerentes cuanto que se codean, y a veces se dan codazos y hasta cosas peores, con otros hechos de esa materia en general menos permanente que la escritura: la carne, el hueso.” [Sigue leyendo]

Estado Crítico, 10 de marzo de 2016.