“Vuelves y reúnes un puñado de imágenes; a esas imágenes sólo puedes compararlas con otras —de regresos anteriores— que, como los fotogramas de un filme que nunca vas a ver, sólo permiten apreciar unos tímidos avances, al tiempo que unos retrocesos que, por lo general, dejan todo en su sitio, de alguna manera, dando la impresión de que nada ha cambiado excepto tú mismo: la continuidad queda fuera de la vista, y sólo ésta es significativa; y también queda fuera el resto de las imágenes, que otorgarían al filme unidad y sentido, una coherencia perdida.” [Sigue leyendo]

La Agenda de Buenos Aires, mayo de 2022.