«Pron es autor de dos de los textos más interesantes de la literatura generada en castellano por escritores menores de cuarenta años: la novela El comienzo de la primavera (a la que el escritor y crítico argentino Juan Terranova llamó en su momento ‘la primera novela madura’ de su ‘generación’) y la crónica, la non-fiction-novel, la autoficción o el testimonio (como se quiera leerla: el texto permite todos esos usos y más) El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia, de 2008 y 2011 respectivamente; la mencionada El espíritu… aborda el tema de la desaparición de una persona durante la dictadura argentina con una intensidad tal que es difícil leer la obra posterior de Pron sin detenerse en cualquier mención de un ‘desaparecido’ o de una ‘desaparición’. Así, si en El libro tachado se nos habla de la desaparición del autor, o de ‘autores desaparecidos’, sentimos que hay una suerte de continuidad entre este ensayo y el resto de la obra de Pron; así, en cierto sentido, este libro contribuye a volver al autor ‘Patricio Pron’, a construirlo, quizá a otro nivel, más profundo, más enredado en capas y capas de escritura. […] La desaparición de un ‘viejo’ autor, claro está, puede implicar la aparición de un ‘nuevo’ autor y una ‘nueva’ literatura. Pron aborda y critica esta idea en la última (y jugosísima) sección de su ensayo, en la que trabaja no tanto la ‘desaparición’ de lo literario ante la reciente crisis de la industria del libro y los cambios aportados por el paradigma digital y sus ramificaciones en cuanto a la edición, publicación y creación de libros (blogs colectivos, literatura wiki, etc.), como su posible ‘mutación’. Pron, que sin lugar a dudas es un pensador sensato y sutil, es capaz de exponer varias facetas al asunto y, si bien deja entrever aquí y allá algo así como una posición estrictamente personal, sus pensamientos jamás caen en una polarización ingenua. Eso es mucho decir, en particular en relación a un tema donde la estupidez y la ingenuidad abundan en ambas facciones, tanto aquella poblada por quienes celebran con entusiasmo acrítico la ‘literatura de las redes sociales’ como la atestada por esos dinosaurios que siguen repitiendo estribillos consabidos y rasgándose las vestiduras ante el apocalipsis inminente. Pron, que mantiene sus ojos bien abiertos, está en otra parte.” [Sigue leyendo]

 

La Diaria. Montevideo, 28 enero de 2015.