“El pasado año Patricio Pron escribió dos libros que se me antojan fundamentales: El libro tachado (Turner) y Nosotros caminamos en sueños (Penguin Random House). Pensaba incluirlos en mi sorprendente lista de lo mejor de 2014 hasta que leí un nuevo artículo de Patricio Pron en el que afirmaba que ‘el gusto personal en materia de libros no debería tener ningún lugar en la crítica literaria’. Por supuesto, hacía mucho tiempo que yo seguía esta máxima a raja tabla, pero tal vez, haciendo memoria, repasando las lecturas y los juicios, es posible que alguna vez se me haya olvidado ponerla en práctica. La tiranía del Me gusta/No me gusta está tan extendida que uno se encuentra practicándola al mismo tiempo que la desprecia. Por ejemplo: Me gusta que Patricio Pron me haya abierto una vez más los ojos, Me gusta Patricio Pron, ergo quiero ser Patricio Pron. Pero No me gusta comprobar que sigo siendo un escritor inmaduro y una persona que no encuentra el valor de ser él mismo y trata de parecerse a la alargada sombra de su padre, de su hermano mayor, de su maestro, de su ídolo, ergo no quiero ser Patricio Pron.” [Sigue leyendo]

 

Lector Amaestrado, 13 de enero de 2015.