“Quizás uno tenga que reconocer que los milagros sí existen, pese a todo; si es así, Callahan (Silver Spring, Maryland, 1966) es uno de ellos, ya que ninguna de sus cintas caseras ni los primeros álbumes que publicó bajo el seudónimo de Smog permitían siquiera imaginar la perfección de su obra de madurez: eran experimentos ruidistas lo-fi en los que la paciencia del oyente era puesta radicalmente a prueba, pero algo parece haber cambiado en torno a la época en que Callahan publicó Dongs on Sevotion (sic, 2000), cuando se reveló como un extraordinario escritor de canciones, un letrista excepcional y un humorista dotado. Su último álbum fue publicado durante la pandemia y es una belleza, desde ‘Pigeons’, que comienza con Callahan diciendo: ‘Hello, I’m Johnny Cash’, hasta ‘Ry Cooder’. Por supuesto, Callahan no es Cash, pero la distancia entre sus primeros discos y los últimos es tan grande que el hecho de que haya podido recorrerla sólo puede ser calificado de milagroso. Tan milagroso como que Johnny Cash haya aguantado hasta 2003 pese a todos sus excesos.” [Sigue leyendo]

La Casa Encendida. Madrid, enero de 2021.