“El problema de los cuerpos es que hablan y que lo que nos dicen nunca es tranquilizador ni ofrece consuelo. Furia es parte de una extensa serie de libros cuyos autores, respondiendo a inquietudes contemporáneas muy extendidas y al body turn en los estudios culturales que ha llevado a un reconocimiento cada vez mayor del cuerpo como espacio de cruce entre el sujeto y la sociedad, como lugar significante y provisto de significado, narran cómo éste dice allí donde quien lo habita es obligado a callar: a obras de Guadalupe Nettel como El huésped (2006), Pétalos (2008), El cuerpo en que nací (2011) y La hija única (2020); Los cuerpos del verano (2012), de Martín Felipe Castagnet; El trabajo de los ojos (2019), de Mercedes Halfon; La lección de anatomía (2008 y 2014) y Clavícula (2017), de Marta Sanz, y otros textos (omitidos por razones de espacio aquí), incluso algunos del irregular “gótico latinoamericano”, se suman estas semanas, además de Furia, otros libros en los que el cuerpo desempeña un papel preponderante, como Leña menuda, de Marta Barrio; El sonido de las olas, de Margarita García Robayo; Som-hi!, de Inés Marcó, y Tres truenos y La gota en la piedra, de las argentinas Marina Closs y Mercedes Álvarez.” [Sigue leyendo]
Babelia/El País. Madrid, noviembre de 2021.