“Una novela sobre el amor comienza cuando Él y Ella se separan. Si es difícil de precisar el nacimiento de una relación amorosa, a menudo su final es inapelable. Pero ante la tentación de reconstruir un pasado, la biografía de un amor que al fin murió, Mañana tendremos otros nombres se interna en los pormenores de la historia que todo final pone en marcha, al principio informe, onda expansiva de esa catástrofe familiar, que poco a poco sedimenta en una nueva cotidianidad, en un equilibrio otra vez deseado y confortable, en el interior del cual se gesta, silencioso, un cataclismo nuevo. Desplegada en el mundo contemporáneo, incomprensible fuera de sus límites culturales, como los personajes, la historia se regenera luego de su ruina. Esa reconstrucción es dialógica: los capítulos alternan su focalización en Él y en Ella, narran la nueva vida de esos personajes anónimos, su duelo, las esquirlas del pasado, la nueva configuración de los afectos, y establecen, a su vez, un diálogo distinto, entre cultura e intimidad, en el que la primera impone sus condiciones y la segunda exhibe su puñal.” [Sigue leyendo]

Otra Parte. Buenos Aires, diciembre de 2019.