“No somos pocos los que, el 7 de octubre pasado, nos vimos obligados a condenar los ataques de Hamás, y lo hicimos por un doble motivo: porque había costado la vida de cientos de civiles israelíes y porque supondría la destrucción de la población civil de la Franja de Gaza. Menos de un mes después de ese ataque, los muertos palestinos se cuentan por miles, y la Franja –de la que Naciones Unidas fue expulsada por Israel hace unas horas– es ya un inmenso moridero, un campo de exterminio a cielo abierto.” [Sigue leyendo]
La Marea (España), noviembre de 2023.