“Necesitamos la literatura para otorgarle al mundo un orden y un sentido. A menudo nuestras vidas se parecen al timeline de la red social de referencia: una suma de estímulos contradictorios y violentos, sin conexión; esos estímulos, en sumatoria, resultan intolerables, suponen la pérdida del control del individuo y de su historia, de sus capacidades intelectuales y sus ideas del mundo. Ahí, en medio de esa maraña, la literatura se convierte en un refugio; a medida que cuentas una cosa y luego otra y luego una más, todo comienza a ordenarse. La literatura es extraordinariamente potente, tan potente que sorprende que no la hayan prohibido aún, o que Marvel no haya creado una línea de escritores que pongan orden en el mundo semana tras semana.” [Sigue leyendo]

El Universal (Ciudad de México), junio de 2024.