«Uno de los aspectos más perturbadores del resultado electoral del domingo es que todo parece seguir igual. Hoy, los periódicos alemanes están llenos de juegos de palabras y la mayor parte de las personas ya no lee periódicos. Pero llovizna ligeramente sobre Colonia, los pájaros expresan su descontento y su furor y se refugian bajo los árboles, que continúan estirando sus dedos hacia el cielo. En Ehrenfeld —el barrio turco de la ciudad, habitado también desde hace algún tiempo por artistas, parejas jóvenes, diseñadores gráficos, estudiantes y activistas—, mis vecinos van de un lado a otro con sus pequeñas preocupaciones. Nadie habla de política. O está satisfecho con los resultados o se encoge de hombros.» [Sigue leyendo]
El País (España), junio de 2024.