«En 1997, W. G. Sebald rompió un tabú histórico al pronunciar en Zúrich unas conferencias publicadas dos años después con el título de Guerra aérea y literatura (Sobre la historia natural de la destrucción, en su edición española). Ni el lugar donde se pronunciaron —Suiza— ni la historia personal de quien las dictó —un escritor alemán, pero residente en el Reino Unido desde hacía décadas— son irrelevantes en relación con ese gesto: sólo en ese doble “afuera” pudo Sebald abordar el sufrimiento de la población civil alemana en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial: la idea de que ‘todos’ los alemanes eran culpables de los crímenes del nacionalsocialismo y de la guerra y de que su padecimiento había sido inferior al de los habitantes de otros países —o, por el caso, al de las víctimas del Holocausto— impedía, a ojos de Sebald, una correcta evaluación de episodios tan abrumadores como los suicidios de Demmin y la destrucción de las ciudades alemanas en los últimos meses de la contienda. Por entonces, ‘no había que describir el verdadero estado de ruina material y moral en que se encontraba el país entero’, resume. Después, los problemas serían otros. Pero el silencio en torno a las víctimas alemanas de la guerra, y al profundo desgarramiento vivido por muchos alemanes, habría impedido sobre todo incorporar ese dolor a la historia compartida: si se lo excluía de ella —y éste era el problema principal para Sebald—, se otorgaba a la extrema derecha y a los neofascistas una potestad sobre el pasado y un monopolio de la supuesta necesidad de reparación o venganza que podían desestabilizar la democracia alemana.» [Sigue leyendo]

Babelia/El País, junio de 2024.