Mañana tendremos otros nombres

Novela

Ficha técnica

Título: Mañana tendremos otros nombresEditorial: Alfaguara | ISBN: 9788420434889 | PVP: 18,90 euros | Páginas: 304 | Publicación: marzo de 2019 | País: España

Noticias y reseñas

Ediciones en otros idiomas

Rowohlt (Alemania) | Ikaros (Grecia) | Edizioni Sur (Italia) | Todavia (Brasil)

 

Escogido como uno de los “libros del año” por Babelia/El País, Zenda, El Economista, El Heraldo, El Comercio de Lima, Otra Parte, La Nación, Perfil y otros medios.

Finalista del Premio de la Crítica española 2020.

 

Viven en Madrid, en la actualidad. Ella es arquitecta, tiene miedo a hacer proyectos de futuro y busca algo que no puede definir. Él escribe ensayos, lleva cuatro años a su lado y nunca pensó en verse soltero de nuevo, en un «mercado» sentimental del que lo desconoce todo.

Por las grietas de su derrumbe como pareja entran las amistades, sus consejos y sus vidas, la mayoría de las veces con más dudas que certezas. Es la generación Tinder, la de unas personas que eliminan a otras con un dedo; una generación en la que todos están expuestos y a la postre desencantados. La ruptura de una pareja también dice mucho de un país, de un momento, de una idea de convivencia. Y la radiografía de los tiempos es dura: padres que lo son por obligación, experimentos de reinvención personal que son performances sin público, unas tecnologías que lo penetran todo, incluyendo la intimidad. Ella y Él, ya próximos a los cuarenta, comienzan a habitar esos nuevos espacios posibles en paralelo, sin desgarros románticos pero con una fuerte añoranza misteriosa que tal vez vuelva a reunirlos.

 Mañana tendremos otros nombres es una mirada a las relaciones sentimentales del animal humano desde una óptica sociológica que no excluye la ternura. Es, sobre todo, la gran novela del amor en los tiempos de las redes.

 

Han dicho sobre la novela:

«Mañana tendremos otros nombres es la fascinante autopsia de una ruptura amorosa, que va más allá del amor: es el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son productos de consumo. Bajo la anonimia de unos Él y Ella, construye la historia de dos personajes que son vagamente conscientes de su alienación. Un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico, que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos.»

Jurado del Premio Alfaguara de novela 2019

«Tengo la impresión de que hemos premiado una novela excelente que quizá el tiempo convierta en una obra maestra.»

Juan José Millás (presidente del Premio Alfaguara de novela 2019)

«Esta novela es la afilada historia de una ruptura amorosa celebrada en el corazón del capitalismo actual.»

Manuel Vilas

«Una suerte de parábola ficcional que trata de poner sobre la mesa las ‘nuevas configuraciones del deseo’ atravesadas por la precariedad y la ambivalencia.»

Ricardo Baixeras, El Periódico (España)

«Pron parece haber escrito su novela en tiempo real, con una claridad difícil de obtener en lo inmediato, trepado al instante mientras el mundo sólido que conocíamos parece desvanecerse y volverse otro a cada segundo.»

Rodrigo Manigot, La Agenda (Argentina)

«Una lograda introspección psicológica, en la que no hay culpables, ni buenos ni malos, en el doloroso naufragio de las buenas intenciones.»

Ángela Pérez, El Imparcial (España)

«Pron juega con nosotros. Hace que nos identifiquemos y maldigamos cada acción narrativa, cada cuerpo de su trama, hasta quedarnos en territorio de nadie. Como si nos hubieran expulsado de todas las listas de Whatsapp, Facebook e Instagram a un tiempo y nos deportaran a un mundo ‘líquido’.»

Ángeles López, La Razón (España)

«Con una prosa envolvente y meticulosa, el autor construye una novela que pertenece a nuestro hoy y ahora, pero que posee una sabiduría universal. Patricio Pron ha escrito, sin duda, una de las novelas del año».

José Martínez, FNAC Cultura (España)

«¿Por qué leer otra historia de ruptura amorosa? Porque en la era de la convivencia imposible, del coqueteo constante y el miedo a la soledad, vemos cómo el término de una relación es también el fin de una forma de vida, el fin de una cultura y el inicio de la ambigüedad.»

Ina Groovie, Mujer Dínamo (Chile)

«Ensayo camuflado de novela, Mañana tendremos otros nombres esgrime un estado de cosas lúcido e inquietante que va de menor a mayor, revelando el vínculo inextricable e inéditamente vulnerable que existe hoy entre intimidad y estructura económica, social y tecnológica.»

Javier Mattio, La Voz del Interior (Argentina)

«Una grandísima novela que no solo interpela sino que capta a la perfección su tiempo.»

Zona de Obras (España)

“Una novela tan sutil como reveladora.”

Matías Néspolo, El Mundo (España)

“Enmarca una crisis de pareja, una dolorosa ruptura amorosa, en el contexto de la crisis política y social que vivimos, en la que se hacen presentes los nuevos modelos de convivencia, las teorías feministas y las nuevas masculinidades. Otro jalón de la prosa analítica del autor.”

Elena Hevia, El Periódico (España)

“¿Cómo amar, amar realmente, en este desbarajuste inasible e irrefrenable? Lo mejor de Mañana tendremos otros nombres (que a la postre no renuncia a ser una novela de amor romántico) son las respuestas intermitentes, sus personajes a la deriva, sus agudas meditaciones sobre nuestra nueva inestabilidad amorosa.”

Jorge Volpi, Reforma (México)

“Con una prosa envolvente y meticulosa, el autor construye una novela que pertenece a nuestro hoy y ahora, pero que posee una sabiduría universal. Sin duda, una de las novelas del año.”

José Martínez, Fnac.es (España)

«Pron logra retratar los problemas que aquejan a la sociedad actual, como la violencia de género, el capitalismo salvaje, la crisis del libro o el nuevo significado de los sentimientos, en esta época de apps y tecnología invasiva. Este libro es una gran reflexión sobre nuestro tiempo.»

Felipe González Gómez, El Tiempo (Colombia)

«Una soberbia radiografía de nuestro tiempo, una generación, un lugar y un momento, en un entorno tan terrible como monstruosamente acogedor.»

Carlos Zanón, Babelia (España)

«Ágil, entretenida, profunda, analítica, placenteramente incómoda.»

Rafael Fernández, El Astillero de las Letras (Uruguay)

«Vertiginosa.»

Sebastián Basualdo, Página 12 (Argentina)

«Quizá sea una de esas novelas que dividen el territorio: por un lado, los que la aman; por otro, los que la odian. Pero, y esto es lo mejor que puede decirse de un libro, no deja indiferente. A nadie.»

Ramiro Sanchiz, La Diaria (Uruguay)

«Una novela original, inserta en la evolución en permanente cambio de la obra de Pron, en la que el autor habla con nitidez, crueldad incluso, pero también con cariño y recursos a montones, de su generación.»

Elvio E. Gandolfo, Revista Noticias (Argentina)

«Una instantánea de los tiempos que corren.»

Nelson Díaz, Revista Dossier (Uruguay)

«Dar noticia de un desamor nunca ha sido fácil ni grato, crear  a su alrededor un ámbito de significación inteligible (lo que la crítica de antes llamaba un universo narrativo) es una ambición hercúlea. Patricio Pron la ha resuelto con  brillantez y acierto.»

Javier Fernández de Castro, El Boomeran(g) (España)

«Pron, con su desesperante racionalismo, nos coloca frente al final de una era.»

Maica Rivera, Qué Leer (España)

«Pron demuestra su maestría.»

Rodrigo Villegas Rodríguez, La Razón (Bolivia)

«La historia de un amor moderno que, de manera ejemplar, refleja las fobias y los vicios de los tiempos que corren.»

Luis Eduardo Pineda Rosales, Revista Selecciones (México)

“La novela pone el diseño narrativo (su estructura) a trabajar en el compromiso contra la lógica imperante del miedo, eso que Mark Fisher llama ‘realismo capitalista’. Descubrimos por todas partes conexiones con lo mejor de la teoría feminista, con los debates en torno a nuevas masculinidades o nuevas redes afectivas, y sorprende que todo ello logre tomar forma narrativa. El resultado es magnífico.”

Josep Maria Nadal Suau, El Cultural (España)

«Pron se sitúa en una dimensión diferente de su escritura, explora un nuevo molde y se aleja de su generación para narrarla.»

Mateo Ortiz Giraldo, Libros y Letras (Colombia)

“Patricio Pron ganó el Premio Alfaguara de novela con esta historia que es, literalmente, el amor y los vínculos de pareja, diseccionados en una autopsia que, de tan bellamente escrita, pareciera que duele un poquito menos.”

Puntal (Argentina)

“Todo un desafío para un escritor ya consagrado que es bien modélico en su actitud y sus compromisos sociales y políticos. Y que no ha dudado en abandonar su ‘zona de confort’ literaria para enfrentarse a un reto nada fácil: auscultar el sismógrafo que detecta los movimientos sísmicos que cambian en profundidad el mundo en el que vivimos.»

Juanjo Albacete, De Verdad Digital (España)

“Un  talento literario digno de los lectores más exigentes.”

Pablo Dema, Pampa Revista (Argentina)

«Mañana tendremos otros nombres es una novela especulativa, intimista y simbólica.»

La República (Perú)

“Uno de los mayores logros de la novela es la diferenciación de voces entre los protagonistas, pero el rasgo formal que supera a todos los demás […] es la construcción de la identidad de Ella. Pron logra crear una personaje verosímil, con preocupaciones que no radican en estereotipos de lo femenino, sino en procesos mentales y planteamientos que parten de una feminidad más compleja, rara vez bien lograda por parte de escritores hombres.”

Sara Odalys Méndez, Punto de Partida (México)

“Una novela tan conmovedora como sorprendente, la caída libre que prosigue la separación de una pareja intelectual e hiperlúcida en los límites de la juventud.”

Dante Trujillo, Buen Salvaje (Perú)

“[…] las complejidades y absurdos del amor, la paternidad, las relaciones sociales y el trabajo en este mundo ‘millenial’ que se encuentra mediado por una constante y sostenida precariedad.”

Luis Carlos Sanabria, Opinión (Bolivia)

“A lo largo de la última década Patricio Pron ha consolidado su reputación como uno de los más formidables talentos escribiendo en español en este momento.”

David Jiménez Torres, Times Literary Supplement (Reino Unido)

“En más de una entrevista, Patricio Pron ha señalado que la novela se originó a partir de una pregunta: ¿cabe en una historia de amor una historia del amor, o al menos una historia del amor en nuestros tiempos? Mañana tendremos otros nombres no es otra cosa que la respuesta.”

Danilo Raá, El Hablador (Perú)

“Pron analiza las formas en que las personas se enamoran, coexisten, se separan, se lastiman, se recuperan y vuelven a enamorarse, destacando por su profunda visión política y por una escritura que muestra cómo cada lugar y cada momento histórico particular interactúan y están en una relación dialéctica: lo hace con las experiencias de sus sujetos y con una visión marxista de las relaciones amorosas que es la que finalmente separa esta novela de las muchas otras en su género. Icarus nos presenta una voz de la literatura en español que no había sido traducida hasta el momento, moderna y actual, y una novela de sentimientos universales y honestidad desarmadora que se lee sin aliento.”

Marianna Tsotra, Smassing Culture (Grecia)

“Una obra capaz de explotar tantos temas, de establecer tantas incógnitas, de abrir tantas esferas de debate y de proponer un diálogo tan rico con el lector que merece, como mínimo, el premio Alfaguara.”

María Álvarez Villalobos, Revista Contrapunto (España)

“De este escritor argentino que tiene el don de la ligereza desbordante (cualidad tan del gusto de Italo Calvino), con una literatura culta y profunda, donde se fabula sin descanso, hay que leer dos novelas que demuestran su originalidad: El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia (2011) y No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles (2016). Su novela Mañana tendremos otros nombres (2019) lo ha hecho aún más grande.”

Adolfo García Ortega, Abecedario de lector. Guía personal para lectores exigentes (España)

“Los pensamientos de los personajes y sus conversaciones con amigos reflejan su esfuerzo por comprender lo que sucede dentro de ellos, a su alrededor y entre ellos, en un mundo donde el paisaje que nos rodea está cambiando rápida y constantemente.”

Maria Paleologos, ERT (Grecia)

“Leer a Patricio Pron es enfrentarse a un escritor polifacético, con una amplia trayectoria como narrador y crítico literario [y la] capacidad de concebir la literatura desde una sutil sabiduría que se adhiere a la amplitud genérica de su escritura.”

Claudia Cavallín, Latin American Literature Today (Estados Unidos)

“Una voz completamente independiente y original se alza aquí, una voz que ya es claramente audible en América del Sur y debería serlo pronto aquí en Europa.”

Lost In Fact And Fiction (Alemania)

“Mañana tendremos otros nombres es […] una obra original, rabiosamente intelectual, una road movie, donde el camino no es una carretera, sino los pasos mentales a seguir durante el duelo tras la pérdida de la pareja y la forma en que estos se reafirman o se modifican a partir del conocimiento de otras relaciones. El destino final es, como en toda relación, único.”

Carlos López-Aguirre, Suburbano (Estados Unidos)

“Una novela-ensayo en la estela de Kundera que no teme hablar y reflexionar y ensuciarse las manos con la sociología, y que alterna la narración de hechos más o menos prosaicos y habituales con análisis agudos, a menudo deslumbrantes, de nuestra existencia.”

​Mario Capello, Huffington Post (Italia)

“En Mañana tendremos otros nombres Patricio Pron parece casi querer desafiarnos, nos está preguntando: ¿sabes cuántas formas adopta el amor?”

Silenzio, Sto Leggendo (Italia)

“Una fascinante mirada no exenta de ternura sobre el amor contemporáneo y su fragilidad.”

ANSA (Italia)

“Patricio Pron experimenta con la flexibilidad de una relación que se hace añicos al dejar entrar lo real; la edad de los protagonistas no está clara, probablemente sean millennials tempranos, o algo mayores, pero se asoman algunos más jóvenes, y ahí está el mañana: son los que se encargan de dar nuevos nombres a lo que estamos enfocando.”

Anna Maniscalco, Il Libraio (Italia)

“Esta es una novela de ideas, y Pron es un experto en hacerlas trabajar en su examen de la sociedad contemporánea y las relaciones de pareja. A través de sus protagonistas anónimos y sus personajes secundarios, la novela de Pron presenta una visión caleidoscópica de algunos de los aspectos más alienantes y deshumanizadores de la cultura moderna y su impacto en nosotros.”

Edward Waters Hood, World Literature Today (Estados Unidos)

Mañana tendremos otros nombres no es una novela de amor, ni siquiera de desamor, es una historia de verdades y mentiras sobre nosotros mismos.”

Cristiano Saccoccia, SatisFiction (Italia)

“Patricio Pron consigue condensar todo lo bueno y todo lo malo, pero también todo lo normal de una relación en nuestros días en doscientas páginas ligeras, en realidad ligerísimas.”

Andrea Labarca, Estetica-mente (Italia)

“Una historia de un amor que se acaba, como quizás haya muchas otras, pero realmente como ninguna.”

Federica Guglietta, L’Independente (Italia)

“Patricio Pron disecciona el presente con la pericia de un naturalista.”

Anna Maniscalco, Il Libraio (Italia)

“Una historia del amor en nuestros días que atraviesa la orientación sexual, la idea clásica de pareja y familia y los estereotipos en torno a la maternidad, en un presente precario, hecho de consumismo y alienación.”

Francesca Rosso, La Stampa (Italia)

“Unos Fragmentos del discurso amoroso adaptados al siglo XXI.”

Stefano Tedeschi, Il Manifesto (Italia)

“Una novela que lo tiene todo para convertirse en un clásico”

Giovanni Leti, LuciaLibri (Italia)

“Patricio Pron obtuvo por su insólita novela romántica el Premio Alfaguara, uno de los más importantes de España. Y con absoluta justicia, como se puede leer en este libro.”

Florian Baranyi, ORF (Austria)

Mañana tenemos otros nombres es el mejor libro de Patricio Pron hasta la fecha: una novela de sociedad sustanciosa pero presidida por la ligereza, enormemente contemporánea y llena de humor.”

Dirk Fuhrig, Deutschlandfunk Kultur (Alemania)

“La belleza de esta novela radica en que la historia que cuenta podría ser la de cualquiera de nosotros. La decisión de no decir el nombre de la ciudad en la que se desarrolla, así como no nombrar a los personajes, hace que la historia sea universal. Él y Ella somos todos nosotros.”

Erika Pau, Sul Romanzo (Italia)

Mañana tendremos otros nombres escenifica una historia sencilla, que no trivial, que es verdadera, fiable, incluso consoladora en ciertos aspectos. […] Nos ayuda a perdonarnos, a entendernos, a volver al juego del amor y la pareja descubriendo nuestras debilidades para que éstas ya no sean signos de fracaso sino conciencia desde la que volver a empezar.”

Lorena Carella, ExLibris20 (Italia)

“Una novela fresca, clara, implacable en sus observaciones y, por tanto, no solamente nada kitsch, sino además creíble y buena.”

Catharina Volkert, Evangelische Zeitung (Alemania)

“Pron firma una novela memorable, ya que logra hacer que su construcción posmoderna no solo sea asequible sino también atractiva. Un logro exigente, claro ejemplo de talento.”

Giannis Kalogeropoulos, Haniotika Nea (Grecia)

Mañana tendremos otros nombres es una historia de amor moderna en el sentido más profundo de esta última palabra: actual, implacablemente reflexiva y agridulce.”

Buch-Magazin (Alemania)

“Quienes aprecien los libros de Javier Marías devorarán la literatura de Pron. En 2010 ya fue incluido en la antología en español de la revista Granta y votado como uno de los 20 mejores autores menores de 40 años del momento. Y ahora, con Mañana tenemos otros nombres, demuestra que ya es un maestro en plena madurez.”

Christian Mückl, Nürnberger Nachrichten (Alemania)

“¿Cómo amamos y vivimos hoy? ¿Qué significa en la actualidad ser mujer, ser hombre? ¿Qué cambios provocan las nuevas concepciones en torno al género y a la sexualidad? Mañana tendremos otros nombres no ofrece respuestas simples ni grandes tesis. Esa tampoco sería la tarea de una novela. En su lugar, su autor cuenta cómo los personajes se enfrentan a estas cuestiones, a las incertidumbres a las que se enfrentan, cómo reaccionan a los cambios en el mundo y lo que sienten por ellos. Patricio Pron ha escrito una novela en la que la urgencia con la que este escritor cuestiona nuestro presente es tremendamente palpable en cada página.”

Eberhard Falcke, SWR2: Lesenswert Kritik (Alemania)

“Brillantemente escrito y excelentemente traducido.”

Michi Strausfeld, Literaturkritik (Alemania)

“Pron destila lentamente el dolor, gota a gota, en todos los objetos, hábitos y pequeñas percepciones: estremece.”

Florinda Giannino, Altri Animali (Italia)

“Pron narra con profunda maestría el desgarro del desamor y ese dolor por ser dejado.”

Esteban Campero, Suburbano.Net

 

 

Algunas páginas

1

Una línea de luz había ido deslizándose por el suelo hasta alcanzar el montón de hojas de papel. Eso significaba que uno de los últimos días de ese verano estaba terminando, o comenzaba, Él ya no lo sabía. Durante una época solía jactarse de que podía dormir siempre y en todos los sitios, sólo tenía que cerrar los ojos y un instante después el mundo diurno terminaba. Pero en ese momento llevaba dos días sin dormir, y se preguntaba si alguna vez recobraría esa capacidad suya. Las hojas de papel se habían ido acumulando a sus pies en las últimas horas; habían caído más o menos cerca dependiendo de la fuerza con la que Él las había arrancado y arrojado. Ya no sabía si había comenzado ese día o el anterior, pero la idea le había parecido magnífica: arrancaría una de cada dos hojas de todos los libros que quedaran en el apartamento y después volvería a ponerlos en su sitio, como si nada hubiese pasado. Ella se había llevado sus co­sas cuando Él estaba fuera pese a que le había pedido que lo hiciera en un momento en que ambos estuvieran en la casa. Pero Ella —que siempre había sabido más y mejor qué era lo que a Él le convenía, o lo que más se adecuaba a su naturaleza— había querido ahorrarle la escena —y de paso ahorrársela a sí misma, por supuesto— y se había llevado sus cosas en su ausencia. ¿Quién había dicho que el amor es un ladrón silencioso? No podía recordarlo ni le importaba. Ella no se había llevado todas sus cosas, sin embargo —Él suponía que no tenía aún dónde ponerlas—, y había dejado sus libros junto con los suyos, en las estanterías del apartamento.

A Él la idea de compartir la biblioteca no le había parecido la mejor ni la más conveniente, no por una sensibilidad excesiva frente a la propiedad privada —aunque, desde luego, solía ser muy celoso de sus cosas—, sino más bien debido a que sabía que tenía una cierta compulsión a quedarse con los libros de los otros. No era un ladrón, por supuesto. Pero había notado que en un par de rupturas anteriores se había hecho sin quererlo con libros que habían pertenecido a sus novias. No muchos, ni siquiera los que ellas le habían regalado —y que, tiempo después, le habían hecho pensar que nunca lo habían conocido realmente—, sino libros que habían sido de ellas y que Él nunca les había devuelto. Un pensamiento lo reconciliaba consigo mismo, a veces: que si ellas no habían notado su ausencia, si no le habían reclamado los libros ni le habían reprochado que se los hubiera quedado, era porque, en realidad, y de forma profunda, ellas no los necesitaban, o no los necesitaban tanto como Él, que tampoco los necesitaba en absoluto. Al final, ante el acontecimiento de la separación y de los terribles cambios que había suscitado y todavía iba a provocar, ningún libro era necesario, pensaba en ese momento. Una vez, sin embargo, al comienzo de su relación, Ella lo había tomado de la mano sorpresivamente y lo había conducido al interior de una librería frente a la cual habían pasado cuando regresaban de almorzar; se había detenido ante una de las estanterías y se había quedado mirando los libros con la expresión seria y reconcentrada que Él le había visto ya en alguna ocasión y que volvería a ver —y a amar— durante los cinco años siguientes, y a continuación había ido extrayendo de los anaqueles seis, siete libros que le había puesto en las manos sin decir una palabra. Al salir de la librería, después de que Ella pagara, se los había entregado diciéndole: «Los necesitas». Pero Él —se decía— ya no podía afirmar por qué Ella creía que Él necesitaba esos libros ni cuáles habían sido, aunque lo recordaba perfectamente. De hecho, se acordaba muy bien de todo, lo cual constituía un problema dadas las circunstancias. La mitad de las páginas de los libros que Ella le había regalado reposaba en el suelo ya, separada del resto mediante el procedimiento de arrancar una de cada dos hojas, en lo que le parecía que era la forma más apropiada de repartir los bienes: si pudiera —pensaba—, cortaría también por la mitad la cama, la mesa, cada una de las sillas, las estanterías, las lámparas, los vasos, los platos, el fregadero, las plantas. Debía de haber una forma de separar también los recuerdos, de modo que, de todo lo que habían hecho juntos y les había sucedido, Él sólo se quedara con la mitad para que le fuese más liviana la carga. Desde luego hubiese sido mejor que Ella no lo dejara, pero eso ya había sucedido y Él —que alguna vez se había jactado de tener una extensa vida amorosa previa a la aparición de Ella pese a que sólo había tenido dos parejas y, en ambos casos, por no demasiado tiempo— había descubierto, repentinamente, que no sabía cómo seguir adelante, que Ella se había llevado, también, las instrucciones para hacerlo. Afuera había calles y edificios y terrazas que debían de resplandecer con rabia al comienzo o al final del que era uno de los últimos días de ese verano. Más allá, pasando las sórdidas urbanizaciones, debía de haber enormes espacios desiertos y los prados de los que hablaban los poetas y los enamorados, pero Él lo creía imposible y ya no albergaba esperanzas de volver a ver todo aquello algún día. Pensaba en Ella, o más bien la sentía; mejor dicho, sentía su ausencia y la forma en que pesaba sobre Él desde el día anterior y pensaba que, si Él fuese un ladrón, un ladrón reputado y eficacísimo, robaría su ausencia y la arrojaría al mar para que nadie pudiese continuar padeciéndola, mucho menos Él. Pero no era un ladrón, por supuesto: pasaba una hoja y arrancaba la siguiente y continuaba así libro tras libro, intentando no pensar en lo que hacía, sabiéndose víctima de un dolor tan profundamente paralizante que no le permitía siquiera continuar llorando, sintiéndose solo por primera vez en mucho tiempo, hablando solo, tratando de recordarse a sí mismo —sin conseguirlo por completo— que no todo aquello que habían dispuesto que permaneciera unido se había roto y se había separado como las hojas que arrancaba de los libros y yacían a su alrededor, en el suelo, poco antes de que Él las recogiera y las arrojara a la basura. [Sigue leyendo]

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