“En ‘la vida interior de las plantas de interior’, Pron realiza un particular viaje muy cercano al de Roberto Bolaño en ‘El gaucho insufrible’ hacia el centro, viscoso y oscuro, de la soledad. […] Sus relatos suponen la terrible belleza que contienen las sombras, esa inasible sensación de vivir que solo se logra a través de un complejo sistemas de artilugios para el olvido. Esta vida interior, dentro de las plantas de interior, es una hermosa manera de darse cachetadas de ficción con un guante de lana tejido con hilo de hierro.” [Sigue leyendo]

 

Pólvora en Gallinazos, 21 de diciembre de 2016.