“La dictadura fue traumática para muchas personas. ‘Algo nos había sucedido a mis padres y a mí y a mis hermanos y había hecho que yo jamás supiera qué era una casa y qué era una familia incluso cuando todo parecía indicar que había tenido ambas cosas’. El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia no deja constancia de la causa de ese trauma, sino de la dificultad de su superación. ¿Cómo se puede seguir viviendo después de que las personas hayan sido simplemente desaparecidas, arrojadas desde aviones, encerradas en campos de concentración, después de una época en la que siempre se debía estar en guardia? ¿De qué modo puede alzarse una generación cuando la que la ha precedido ha luchado por justicia de una forma tan valiente como fracasada?” [Sigue leyendo]

 

Mustreads, febrero de 2015.