“No siempre resulta fácil saber qué reflexión puede desencadenar el argumento de una novela, pero en autores como Patricio Pron, cuya obra se articula alrededor de la preocupación sobre las implicaciones éticas de la producción cultural, ni las vacaciones son excusa para apreciaciones literarias inocentes. Así, una visita casual a la Casa de Pablo Neruda en Valparaíso fue el germen de su más reciente libro, No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles. Al principio, el énfasis especial que el recorrido por ese museo pone sobre la participación del poeta chileno en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura de 1937 fue motivo de una broma privada con su esposa, Giselle Etcheverry Walker. Pero, con el tiempo, el autor nacido en Argentina en 1975 entendió que ‘en esos momentos tan específicos de la historia de la literatura en los que su producción estaba asociada (para bien o para mal) con una toma de posición política explícita y escasamente crítica podían servir para iluminar cierto estado actual de la literatura contemporánea, en el que las adhesiones parecen menos relevantes y menos políticas, aunque, en su supuesta apoliticidad, lo son absolutamente’. El resto fue el repaso de sus obsesiones, el trabajo de trascender la propia historicidad junto a la lectura de autores situados del lado ‘incorrecto’ de la historia. Y, por supuesto, el oficio de narrar.” [Sigue leyendo]

 

Colofón: Revista Literaria. Madrid, 19 de julio de 2016.